Pan
Publicado el 1 enero 2013 | por Un pedazo de pan
¡Año Nuevo, Harina Nueva!
A baker’s dozen
Siglo XXI, año 13
Comienza un nuevo año – 2013- que para algunos es un número incómodo. Yo lo adoro desde que aprendí que los panaderos británicos utilizan la expresión “a baker’s dozen” para contar trece piezas de pan.
El origen de la expresión lo cifran algunos en la compensación con una decimotercera pieza de pan al que comparaba doce por si en el conjunto hubiera falta de peso, dado que en las ordenanzas medievales el pan se preciaba al peso. Los panaderos y cerveceros (que compartían a menudo negocio por aquello de la levadura que fermentaban ambos, panes y caldos) tenían fama de truhanes y de vender por debajo del peso, lo cual se intentó evitar desde el reinado de Enrique II (1154-1189) con una normativa denominada la accisa del pan y la cerveza (Assize of Bread and Ale).
He querido comenzar el año con una “docena de panadero” de molletes: tiernos como un recién nacido que llega para abrirse camino y labrarse un porvenir. Y porvenir tiene, además, la nueva harina de panadero recia de El Amasadero.
En el último pedido que hice, hace ya más de un mes, me llegó esta nueva harina, ecológica, de trigo duro… Una maravilla. Pero claro, trabajar una nueva harina significa reconstruir recetas ya muy elaboradas, probadas y repetidas. Es el caso de los molletes, donde esta harina representa el 50% de la harina total. Las propiedades de la harina panadera recia ecológica que encontramos actualmente en El Amasadero son distintas a las de la harina anterior, que no procedía de cultivo ecológico. Y tras algunos intercambios de correos con Andrés y muchas pruebas, traigo hoy adaptada mi receta tradicional de molletes, con masa madre y manteca de cerdo, a la nueva harina.
La primera diferencia salta a la vista, nunca mejor dicho: el color crema intenso de esta harina es fascinante. Comparado con la harina panadera (a la derecha en la foto), la panadera recia ecológica (a la izquierda en la foto) parece arena del desierto.
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Y, sin embargo, la textura es fina y sedosa… tiene aspecto de semolina pero tacto de harina.
Y la otra característica fundamental y la causante de la adaptación de la receta es su alta capacidad de absorción de agua. Las primeras masas que elaboré con ella, usando los porcentajes de hidratación habituales -del 65% al 70%- me daban masas rígidas y duras, cuando la masa para el mollete es tierna, elástica y jugosa en la mano durante el amasado. Comencé a subir el umbral de hidratación, hasta lograr el equilibrio adecuado…. en un 80% de hidratación total.
Las harinas de trigo duro son fascinantes para la panificación: típicas de la cuenca mediterránea y de climas cálidos, aunque su destino principal ha sido siempre la elaboración de pastas (al estilo italiano) son ingrediente de numerosos panes tradicionales en Italia, España y el Norte de África. Tienen una gran elasticidad, lo que las hace perfectas para panes planos (pizza, focaccia, naan, pita…), admitiendo una altísima hidratación y produciendo una miga sorprendentemente suave y esponjosa.
Un nuevo experimento para un nuevo año, una nueva harina para muchos panes por compartir.
Ingredientes
100 gr. masa madre (100% hidratación)
250 gr. harina panadera recia El Amasadero
200 gr. harina panadera El Amasadero
350 ml. agua
3 gr. levadura seca
10 gr. sal
30 gr. manteca de cerdo
Método de elaboración
Pesar las harinas en un cuenco. Añadir la masa madre y el agua. Mezclar bien y dejar reposar una hora (autolisis). Con ello comienza a desarrollarse el gluten y, además, la actividad enzimática para descomponer los azúcares complejos en azúcares simples (que alimentarán a las bacterias y levaduras de la MM).
Al cabo de una hora, añadir la levadura seca espolvoreando sobre la masa y dejando que se humedezca.
Amasar al estilo francés durante 10 minutos. La masa será húmeda pero adquirirá rápidamente elasticidad y se trabajará muy fácilmente.
Al cabo de estos minutos de amasado, extender la masa y espolvorear la sal por encima. Añadir la manteca de cerdo en trozos y cubrir plegando la masa. Dejar reposar 5-10 minutos, durante los cuales la sal comenzará a disolverse absorbiendo agua de la masa (es higroscópica), lo que tornará la masa en más rígida y dura (algunos consideran que la masa se vuelve mas “manejable en este momento).
Amasar suavemente, primero de manera tradicional para fundir la manteca e integrarla en la masa y luego nuevamente con el amasado francés durante un par de minutos. El aspecto final de la masa será similar a este.
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Cuando la masa esté homogénea y elástica de nuevo, colocarla en un cuenco aceitado y cubrir para la primera fermentación. A unos 18º, fermentará en 3-4 horas. Si hace un día de sol y la colocamos tras la ventana recibiendo el sol fermentará en 2 horas.
Una vez fermentada, volcar la masa sobre la encimera enharinada.
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Desgasificar, la masa con un masaje suave y formar en rulo. Cortar porciones y enharinarlas bien, dejándolas reposar hasta terminar de cortar toda la masa. Obtendremos 13 porciones de unos 70 gr.
Aplastar cada porción, estirándolas ligeramente de manera que queden de un centímetro o centímetro y medio de grosor como máximo, desgasificándolas. Colocarlas sobre lino.
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Cubrirlas con el lino y dejarlas fermentar por segunda vez, al menos una hora, hasta que tengan aspecto muy esponjoso.
Calentar el horno a 250º.
Hornear las piezas a 220º, sin vapor, durante 8-9 minutos. Deben quedar muy claras de color. Estarán tiernas y jugosas por dentro.
Dejar enfriar sobre una rejilla.
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Pueden tomarse templadas o, una vez frías, ligeramente tostadas. Y este es el secreto que guardan en su interior: una miga porosa y brillante.
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Estupendo Circe! Pensé que al cambiar la grasa por aceite debía hacer algún ajuste a la hidratación. Me he acostumbrado a trabajar las masas del Tartine de Chad Robertson y aunque aún no lo domino, me gusta currarmelo y no me doy por vencida fácilmente :). Probaré este martes, pues tengo la MM en la nevera y necesita algunos mimos…
Por cierto, más que "pasearme" es un blog de referencia… :). Siempre encantada de leerte y aprender!
CDS, gracias por tus bonitas palabras. Es un placer saber que las recetas aprovechan y sirven a los que os paseáis por aquí.
Sustituye la cantidad de manteca por aceite: en lugar de 30 gr. de manteca, usa 25-30 gr. de buen aceite de oliva virgen extra.
Añádelo desde el comienzo de la masa y si te cuesta trabajar masas muy húmedas, rebaja la hidratación en 10-15 gr. de agua.
Suerte y ya me contarás.
Buenas tardes! he tenido el placer de escribir algunos mails con Andrés de "El Amasadero", me aconsejó visitar tu página y he hecho más de una receta desde entonces, algunas aún están en el tintero… Te quería hacer una preguntita… Qué modificaciones harías si quisieras sustituir los 30 gr de manteca de cerdo por aceite de oliva?
Muchas gracias por tus recetas, tu tiempo y compartir tus conocimientos con los amantes del buen pan!!
Buena forma de hacer buen PAN
Me encantan estos molletes. Ya me los imagino con un buen chorro de AOVE y un buen jamón ibérico que me he traído de España…
Este sí que es un buen comienzo de año. Espectacular aspecto el que tienen esos molletes.
Besos.