Publicado el 2 mayo 2012 | por Un pedazo de pan
¡Como está el país!
¡Con las bombas que tiran los fanfarrones
Se hacen las gaditanas… tirabuzones!
Dicho popular, Cádiz 1812
Pues no puedo evitar la querencia y tan sólo picar el lector con la curiosidad de acercarse a Cádiz en este año de conmemoración del bicentenario de nuestra primera constitución, la Pepa de 1812. La ciudad se ha volcado con ella: un despliegue de exposiciones, sendero urbano de la historia constitucional, animación de calles… todo para hacernos entender y no olvidar lo que se vivió en aquella etapa, previa y posterior a la promulgación de la constitución. Cádiz es una ciudad especial: por su luz, por su arquitectura, por su fachada total a dos mares… y hoy lo es más por el patrimonio histórico y cultural cuidado del que hace gala.
La ciudad más antigua de Europa occidental nos muestra desde sus sarcófagos antropoides fenicios (¡joyas auténticas!) a su más rabiosa actualidad con sus colecciones de arte y escultura (es digna de mención la colección Vasallo en el Centro Cultural Municipal Reina Sofía), pasando por la historia española (multitud de hitos en torno a la Constitutión de 1812) y la pre-colombina americana (el tesoro del Señor de SiPAN, Huaca de la Luna y la Señora de Cao están ahora en exposición en la antigua cárcel de la ciudad, hoy Casa Iberoamericana, mientras Cádiz celebra la Capitalidad Iberoamericana de la Cultura 2012).
Y ahora. vamos al pan. El Pan de Cádiz no es pan que es dulce: una pieza de mazapán relleno de fruta escarchada que va de los 250 gr. a varios kilos (y entonces se compra al peso). Y no es este al que me refiero.
Yo quiero hablar del pan que se come en Cádiz. Y para ello, este cartel es señuelo. Estaba en la fachada de un pequeño ultramarinos del barrio del Pópulo, cercano a al Catedral y al antiguo Teatro Romano de Cádiz.
Creo que resume bien la situación del país y del pan.
Copyright EWPG |
No se trata de un reparto de pan para beneficio de menesterosos por la gracia de Santa María. Es una llamativa fórmula de fidelización. La letra pequeña (porque hay que leer la letra pequeña antes de ir a comprar el pan en este país) dice:
Está claro que el pan que comemos no es bueno. Se vende a precio de saldo en cada rincón de la ciudad, precongelado, “recién horneado” en las tiendas y comercios gaditanos, que son pequeños locales de “desavío”, pues en el caso histórico no hay grandes superficies ni siquiera supermercados medianos. La feroz competencia de 3 baguettes a 1 euro, cuatro bollos a un euro… llevan al comerciante ingenioso y simpático a “fidelizar” a los clientes del barrio.
Yo lo había visto en la cafetería de estudiantes de la Facultad donde enseño: una tarjeta de desayuno que, por cinco desayunos te ofrece un sexto gratuito; o para los menús del almuerzo, igualmente (a otro precio claro). Pero nunca había visto esta técnica de venta aplicada al pan cotidiano. Y es que en este sector de precios -y calidad- a la baja, es raro encontrar un producto de calidad.
Tras comprar teleras y molletes en diversos establecimientos, lo mejor que encontramos fue este pan del Horno la Gloria. Parece que es de los pocos que aún hace su pan en Cádiz. Este horno tenía la tradicional telera (pan de miga prieta), molletes (buenos, pero también de miga más prieta que el antequerano) y un par de panes de “especialidad”: este pan multi-cereales y un pan de centeno, que no llegamos a probar.
Copyright EWPG |
Este pan de cereales está bueno, es denso, se conserva bien y se seca (para mí señal de que no lleva demasiado “mejorante/conservante” panario. No lleva etiqueta ni descripción de ingredientes, por lo que no lo puedo asegurar. Los molletes, que vendían en bolsas de seis, tenían conservantes, mejorantes y productos para evitar la aparición de moho. Aunque en principio es algo que puede descalificar estos panes, puede uno ser indulgente al tener en cuenta que Cádiz es una ciudad de mar (muy húmeda) y que los molletes se venden en bolsa de plástico (que contribuye a acelerar esta población). Se echa de menos en la página web de la empresa detalles sobre la composición y procesos de cada una de sus especialidades.
Vuelvo al pan multi-cereales: estaba bien formado (en rulo) y la miga bien desarrollada, aunque como he dicho, densa pues llevaba harina integral además. Y lo mejor es que junto a los cereales tenía algo de comino. Un sabor delicioso, especialmente si se realza con el tostado del pan: perfecto para acompañar queso o unos huevos fritos (cosa que hicimos en nuestro último desayuno gaditano).
Copyright EWPG |
En todo caso, este pan fue el mejor de los que probamos en esos días, haciendo honor a una empresa en activo desde 1923. El Horno La Gloria cuenta en el presenta con más de 60 trabajadores, por lo que aunque no es ya una tahona artesana, constituye un referente local en el sector panadero-pastelero. Pero a esta empresa consolidada también le afecta la crisis. Para muestra, una perla: la oferta del pasado mes de noviembre de 2011.
Copyright Horno La Gloria |
lo del pan bueno es como lo de los documentales de la dos . si preguntas todo el mundo quiere pan bueno y artesano , pero a la hora de comprarlo todo dios acaba en el mercadona o en paquistani de la esquina , eso si si haces una encuesta nadie lo reconoze , ya te digo …..
Me ha gustado leerte y estaba asintiendo con la cabeza todo el rato, que pan más malo nos ofrecen en general, en mi caso yo me lo horneo y yo me lo como… a veces sale mejor y otras solamente regular pero en cualquier caso es mejor que los que puedes comprar. Ese que nos ennseñas si que tiene buena pinta, muy buena! Besos
Qué problema el de la calidad del pan. Yo hace un par de años que lo hago en casa, y me encantan los sitios donde es bueno.