Klemens von Metternich, 1773-1859

Toda una experiencia… Gastrónoma en Valencia ha sido una experiencia única. La verdad es que nunca antes había estado en una Feria. Creo que, además, la única vez que había estado en Valencia fue de paso y hace más de veinte años. No puedo decir que conozca Valencia mejor, porque la experiencia se ha reducido a la Feria. Pero esa “reducida” Valencia es mucha Valencia.

Porque ha sido su gente, sin duda, lo que ha llenado estos días que, en otro caso, habrían sido de duelo y dolor tan sólo. La compañía, la buena compañía, ha hecho que se mitigue la sensación de impotencia: junto a la crueldad sin nombre y sin causa, coexiste la capacidad del ser humano de crear y construir un presente y un futuro. Y eso es lo que vivimos en Gastrónoma de la mano de Jesús Machí, con mayúsculas, del grupo Pan de Calidad de Valencia, de la asociación de jóvenes panaderos artesanos La Pepa (Pequeños Panaderos Afines) y del Club Richemont España. Tres días llenos hasta el último segundo de harina, visitantes, niños panaderos, adultos devoradores de pan, dentro de un evento gastonómico lleno de estrellas Michelin. No pude quedarme la última jornada y me perdí el show Tritordeum, pero parece que puso el broche de oro a una feria que hará historia.

Si por algo mereció la pena y el esfuerzo de llegar hasta allí fue, desde luego, por ver cómo el pan ocupaba quizás por primera vez una parte tan significativa en una feria gastronómica: “Pandeverdad“, como quisieron llamarlo los organizadores, sin duda con toda la razón del mundo. Y aunque las fotos no son muy buenas, son un recuerdo único y un homenaje a los que perdieron la vida el 13 de noviembre de 2015.