Viajes
Publicado el 25 agosto 2011 | por Un pedazo de pan
Crónicas de Galicia: epílogo
Gracias& Gracias, L&L
Ha sido un viaje maravilloso. Nuestras anfitrionas estuvieron dispuestas a todo… y desde luego seguro que terminaron “aburridas” del pan. Creo que nunca habían hablado -u oido hablar- tantas horas de algo aparentemente tan simple y cotidiano. Y por eso estoy agradecida y les dedico todas estas crónicas.
Crónicas de Galicia I: los panes de Ares y Seixo y paseando por las Fragas do Eume.
Crónicas de Galicia II: haciendo pan y bolla de mora en casa.
Crónicas de Galicia III: los panes de A Laracha en el mercado de Pontedeume.
Crónicas de Galicia IV: la ruta de los panes de Neda (primera parte: historia y panadería La Nueva.
Crónicas de Galicia V: la ruta de los panes de Neda (segunda parte: la panadería de Roberto González).
Pero además hubo tiempo de mucho más: paseos por la playa, por el campo, ratos de conversación con un café en el porche… incluso una escapada por el monte (gracias por quedaros con las peques, o no habríamos hecho esos 25 kilómetros de marcha jamás).
Y en aquella marcha vimos muchas cosas hermosas y alguna curiosa: como este buzón de pan con el que despido las Crónicas de Galicia, en una casa aislada en el campo.
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he llegado aquí desde otro blog,y me quedo, que maravilla de contenidos.
Eses buzones son muy cotidianos y bonitos En canto a la harina de trigo galego…si que existe, si. El callobre, pero actualmente su producción es tan baja que practicamente la absorbe "Cea". apertas
Las anfitrionas encantadas por estas crónicas y nosotras si que estamos agradecidas por ese tiempo que nos habeís dedicado de vuestras vacaciones; que esperamos no sean las últimas. Todavía nos queda "mucho pan por cortar".
Qué detalle más bonito el de los buzones. Gracias por compartir estas fotos tan lindas.
Un beso
Me ha encantado el buzón. En mi casa todavía se lleva lo de dejar la bolsa de pan de tela de toda la vida y que te metan el pan dentro. Desde luego esa costumbre de aldea me tiene enamorada. Esa confianza para que el panadero te deje el pan sin estar tú y que no te cobre en el momento y que llegues a casa y tengas allí la bolla, sin que nadie se la haya llevado.
Un abrazo