­

Un pedazo de pan


Dulces Blog 1

Publicado el 5 diciembre 2015 | por Un pedazo de pan

Confites

La confitería es el arte de confitar, o como dice el DRAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua): “Cubrir con un baño de azúcar las frutas o semillas para hacerlas más agradables al paladar”.

Y hoy queremos rendir homenaje a nuestro prolífico invierno surelo y confitar naranjas. Convertir la fruta más humilde, común y barata del nuestros meses de frío en un exquisito dulce y capricho es algo taaaaan sencillo que da vergüenza contarlo.

Podría ser una manera sublime de asegurar la conservación de fruta rica en vitamina C durante la larga primavera, hasta la llegada de los frutos del verano. Pero la verdad es que a penas durarán unas horas. En realidad, confitamos naranjas para el roscón de reyes: entonces las cortamos muy finitas y se hacen relativamente rápido. Confitamos naranjas para bañarlas en chocolate negro y así hacer cajas de golosinas para regalar, con unos mantecados caseros, por ejemplo. Entonces las cortamos algo más gruesas, y necesitaremos una cocción más prolongada. Y confitamos naranjas por el puro placer de tomar un dulce natural, casero y sublime sin remordimientos… al fin y al cabo es fruta, ¿no?

Y una de las razones para confitar naranja es también obtener ese maravilloso almíbar, de consistencia casi gelatinosa, como una miel, que nos queda en el fondillo de la cazuela tras hacer los confites. Un almíbar perfecto (es un azúcar naturalmente invertido con el ácido de la naranja, que no cristaliza) y que podemos usar para hacer helados sin olvidamos el bote en la nevera. Pero lo más probable es que lo usemos en nuestra receta de roscón o, rebajado con algo de licor, para emborrachar un buen bizcocho de chcolate y preparar una tarta rica, rica.

Hay recetas muy buenas para confitar ruedas de naranja, como la de Su, en el blog Webos fritos, pero tiene su entretenimiento. Su elaboración es similar a cómo preparamos las cortezas de naranja confitadas nosotros desde hace años: varios hervidos previos para eliminar amargor de las cortezas, antes del proceso de confitado.
Hoy os traemos, en la línea con nuestra receta de este año de roscón una forma de confitarlas ultra sencilla, con poco trabajo.

Hay tres cuestiones fundamentales: cómo elegir la naranja, cómo cortarla, cómo confitarla. Así que a ello vamos.

Te quiero, no te quiero, …

La naranja perfecta es difícil de encontrar. Pero seguro que encuentras muchas razonablemente buenas. Para escogerlas, unos consejos.

  • Pequeña: no queremos confitar ruedas de molino, je, je. La naranja debe tener un diámetro de unos 8 centímetros como máximo. No es sólo una cuestión de estética o de dosis, sino que cuanto mayor sea el diámetro y la distancia del corazón -tierno- a la corteza -rígida- más fácil es que se rompa durante la cocción.
  • Dura y prieta: busca las naranjas más frescas, recién cogidas, que haya cerca tuyo. No es sólo obsersión por el comercio de productos de cercanía -que también, pero si vives en el Pirineo desde luego las naranjas habrán tenido que hacer algún recorrido antes de llegar a tu casa- sino que cuanto más prieta y dura, más fácil te será partirla en rodajas finas y, sobre todo, de grosor constante (en cada rodaja y de unas rodajas a otras).
  • De piel fina y nada rugosa: cuanto más rugosa es la piel exterior más gruesa es y más cantidad de piel blanca interior tiene. La piel gruesa tarda mucho más en enternecerse y la parte blanca es la que amarga. Ya sabes, mejor de piel fina.

En resumen… ¿Cuál de estas dos naranjas escogerías?

Blog 2

(La respuesta correcta es… la de la derecha, claro)

 

email

Powered By WordPress Tabs Slides

Etiquetas: ,

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

6 Comentarios a la entrada: "Confites"

  1. Si el almíbar está muy espeso, lo rebajas con un poco de agua o con un licor: a la naranja le va bien el cointreau (o el más castizo Licor 43), el coñac si es para un bizcocho de chocolate… o agua de azahar que refuerza el aroma de naranja. Y si no, ya te digo, con un poco de agua.
    Yo lo caliento para mezclar bien y una vez templado lo meto en un biberón con el que me ayudo para emborrachar el bizcocho de manera regular.

  2. Cristina says:

    Hola Eulalia, confité la naranja siguiendo tus instrucciones y quedó exquisita a pesar de que no es el mejor momento de la naranja ya. Ahora tengo un almibar alucinante y leyéndote hablas de emborrachar una tarta de chocolate. ¿Cómo lo hago?
    Gracias, te sigo desde hace años, sobretodo por el pan, pero nunca fallas. :)

  3. Carolina says:

    Quería decir Feliz 2017 :))

  4. Carolina says:

    Mañana me pongo a ello, que por la tarde quiero hacer mi primer roscón siguiendo tu receta del 2015. A ver si consigo superar las esponjosidad del roscón de mi madre, que sigue su receta francesa de brioche con mantequilla y hasta ahora es invencible en esponjosidad y sabor 😉
    Muchiiiiiiiisimas gracias por tus recetas y feliz 2016.

  5. Hola, Paco. Me alegro que te guste el sistema. Es rápido, cómodo y el resultado estupendo. Estoy contigo en ello.

  6. Paco Jiménez says:

    He seguido tu método de confitar las naranjas y, efectivamente, no amargan nada. Lo que he variado ha sido el porcentaje en el el almíbar. He utilizado la misma cantidad de agua y azúcar y aun así ha quedado bastante denso. Las he utilizado para la primera prueba de tu nueva receta de roscón. Gracias. Un saludo.


Amasado por :

Mira a tu alrededor. Seguro que ves a a esa persona que es "un pedazo de pan"... Yo estoy rodeada, soy afortunada. Y quiero compartir con todos ellos y vosotros este pedazo mío de pan, su aroma, su sabor, su textura. El buen pan está hecho de tiempo, porque el mejor regalo que podemos ofrecer es tiempo para compartir.

Volver Arriba ↑