¡Este es el pastel bajo en calorías del que no te cansarás nunca!

Este pastel invertido (Upside-Down Cake) parte de una receta tradiconal de un pastel invertido de piña. La receta la encontrareis en el Baker’s Companion, editado por King Arthur Flour. Después y tras algunas sustituciones (la fruta) y añadidos (las especias) ha dado este resultado.

En este caso, decidí huir de la piña en lata y buscar una combinación de frutas de otoño: reivindiquemos comer la fruta de temporada que se produce cerca de nuestra casa. Así apoyaremos a los productores locales en esta difícil crisis a la vez que comeremos fruta que ha estado menos tiempo en cámaras y ha madurado más tiempo en el árbol.

Yo he escogido manzanas y dátiles. Aunque no se aprecie bien en la foto, el pastel lleva el dibujo de una cara sonriente. En casa, mis hijas dicen que tengo debilidad por las caras sonrientes en los pasteles, pero es que ¡un pastel siempre hace sonreir!

Como el caramelo del fondo lo hice con azúcar moreno, la tarta quedó muy oscura. Por ello recomiendo hacerlo con azúcar blanca.

• Puede utilizarse cualquier tipo de fruta fresca para la decoración. Si es una fruta que suelta mucho jugo al cocer, se puede espolvorear con un poco de maizena.
• Al pelar la manzana y partirla, conviene “regarla” con algo de zumo de limón para que no se oxide. La avcidez del limón será un buen contrapunto para el caramelo del fondo del molde.
• La manzana adquiere un sabor más intenso si la espolvoreamos con canela, jengibre, nuez moscada, clavo y/o pimienta de jamaica. Todas esas especias o cualquier combinación de ellas hacen de las tartas y pasteles de manzana un dulce sublime.
• El bizcocho de esta receta es esponjoso. Tan sólo tiene la grasa de las yemas de los huevos, por lo que es muy bajo en calorías. Es una base perfecta para otros postres y tartas.