Publicado el 23 agosto 2013 | por Un pedazo de pan
Con pan y buena compañía
La saveur du pain partagé n’a pas d’égal*
Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944)
*El sabor del pan compartido no tiene parangón
Esta entrada lleva tiempo entre los borradores: ha ido y venido a primera línea de publicación. Quería publicarla y luego me echaba para atrás, porque sentía que faltaba algo. Y hoy está ya granada: dos recetas, sus historias y algo de lectura, una razón para publicarlas, un maravilloso autor que rememorar y, sobre todo, más de mil amigos del pan casero con quienes compartirla.
Además, la densidad de la masa hace que el formado sea dificultoso, y casi imposible de hacer a máquina (salvo en forma de barra enrollada). Por ello, la formación de las piezas es entretenida y más detallada. Y esa es otra de sus características: la versatilidad del pan para terminados decorativos (como los panes lechuguinos vallisoletanos) o para hacer piezas de gran tamaño o de tamaño pequeño.
Con origen en los panes castellanos, y en concreto de Valladolid (donde disfruta de “Marca de Garantía”), este pan ha recorrido kilómetros. A Carlos I de España, V de Alemania se lo hacían llegar desde Valladolid a su retiro en el Monasterio de Yuste (su retiro se extendió, tras su abdicación en 1555-1556, durante los años 1556 a 1558, cuando falleció).
“Dans un arrêté du 4 février 1567, il est fait mention d’un nouveau pain, le pain de chapitre. Il fut fabriqué pour la première fois par le boulanger du chapitre de Notre-Dame, d’où son nom. Sa pâte était tellement ferme que l’on devait la pétrir avec les pieds, “pétri avec les pieds chaussés de sabots” (1) Jusqu’au XVIIIe siècle, il demeura le chef-d’oeuvre obligé des boulangers qui voulaient entrer dans la corporation. “Ce pain portait également le nom de pain brié ou broyé (…). Dans certains départements de l’ouest de la France on fabrique encore ce pain, notamment dans le Calvados et dans l’Orne, où il est vendu sous le nom de pain brié” (2)”.
Otros autores, en cambio, como Georges CELOS discuten su relación con el pan refinado español, aunque sea para descartarla. Este autor escribió una deliciosa obra en 1910 sobre este pan –Le pain brié par Georges CELOS, Paris, Henri Jouve, 1910, 84 páginas-, en el que narra su elaboración, sus particularidades, las diferencias en su preparación y formado de un pueblo a otro en la región de Normandía.
En ella vuelve a la hipótesis de un posible origen español del pain brié, llevado a las costas del Canal de la Mancha por el naufragio de los navíos de La Armada Invencible e Felipe II, en 1588. Subrayando la presencia de nombres españoles en Bretaña (incluso de más de un establecimiento conocido como “Hotel de España”) termina llevando el origen de este pan a un período anterior de convivencia hispano francesa (aunque hasta el final de su escrito reniega de ese parentesco hispano-francés).
Como recoge San Amand en un libro:
“Le pain brié, qui tire, dit-on, son origine de certaines parties de l’Espagne qui confinent à la Navarre, fut apporté en Normandie du temps de Charles le Mauvais, roi de Navarre et comte d’Evreux, vers le milieu du XIV siècle”.
[Traducción: El pan bregado, que según se dice procede de ciertas partes de España limítrofes con Navarra, fue traído a Normandía en tiempos de Carlos el Malo, rey de Navarra y conde de Evreux, hacia mitad del siglo XIV].
Este Carlos el Malo era hijo de Juana II de Navarra, heredera al trono francés y al navarro, pero apartada de la sucesión francesa por la ley sálica pero no en Navarra donde no regía dicha ley en aquel momento. Carlos heredó así el trono navarro.
Puede ser que la presencia de este pan en Francia se remonte a este período. Desde luego lo que sí es claro es que el pan normando bregado o es autóctono o es de origen español. Normandía conquistó el Reino de Inglaterra en el siglo XI, y en períodos posteriores ya separados los reinos mantuvo una estrecha alianza. Y sin embargo, no se encuentra este tipo de pan en Inglaterra como pudiera pensarse.
Por su parte, el pan bregado castellano se enorgullece de anclar sus raíces con anterioridad a las Crómicas Albeldenses (siglo IX), donde es ya citado.
Y retomando mi propia intrahistoria, en la que se mezclan ascendentes andaluces, extremeños, catalanes y franceses no me quedaba más remedio que dedicarle una entrada a las conexiones entre nuestro pan de miga prieta y el pain brié normando.
- Aprovechamiento de harinas de fuerza panadera intermedia o baja a las que el uso de una gran cantidad de prefermento sólido les presta fuerza.
- Masas de baja hidratación, en torno al 50%.
- Masas poco amasadas pero con un largo proceso de refinado como proceso sustitutivo para el desarrollo del gluten.
- Masas de fermentación muy corta, para evitar un tamaño excesivo del alveolado.
- Masas que incorporan una gran parte de la harina prefermentada para lograr profundidad en el sabor.
- Masas con greñados y/o marcados profundos para permitir la expansión total de la masa en el horno sin que se produzcan grandes burbujas en su interior.
Las diferencias entre ambas recetas son muy pequeñas. En realidad, y conforme a las recetas que he señalado, las dos únicas diferencias están en que:
- El pan brié lleva una mayor proporción de prefermento que el bollo sevillano;
- El pan brié lleva un 4,6-6,6% de mantequilla (según receta) y el bollo sevillano no lleva grasa alguna. Sin embargo, esta última diferencia es dudosa, pues en la obrita referida de 1910 no se refiere la adición de grasa entre los ingredientes, que se describen así:
“On prend de la farine et de l’eau, comme pour les autres sortes du pain et on les travaille d’une maniére spéciale. […] Dans la pâte de farine et d’eau, on met très peu de sel, quelques boulangers ne mettent pas du tout. La différence, entre la fabrication de ce pain et celle du pain dit de Paris, consiste surtout en ceci: on se sert de levain (et non de levure), c’est à dire d’un morceau de pâte preparée pour fare du pain et qu’on laisse surir un ou plusiers jours. On met plus de levain dan ce pain que dans le pain ordinaire. Il faut, en outre, faire una pâte très ferme“.
[Traducción: “Se toma harina y agua, como para los demás tipos de pan y se les trabaja de una foram especial. (…). A esta masa de harina y sal se le añade muy poca sal, incluso algunos panaderos no le ponen sal alguna. La diferencia en la preparación de este pan y el llamado de París está sobre todo en que para este pan se utiliza masa madre (y no levadura), esto es, una trozo de masa preparada para hacer pan que se deja acidificar durante uno o varios días. Se añade una cantidad de esta masa mayor que en los panes ordinarios. De otro lado, la masa debe quedar muy dura].
Brié
Bertinet |
Bollo
Sevillano Tradicional |
||
Prefermento
|
|||
Harina panadera (T55)
|
450
|
500
|
200
|
Agua
|
300
|
350
|
120
|
Levadura fresca
|
5
|
10
|
2,5
|
Sal
|
10
|
||
Masa
|
|||
Harina panadera (T55)
|
200
|
250
|
450
|
Agua
|
45
|
50
|
225
|
Levadura fresca
|
5
|
10
|
5
|
Sal
|
10
|
5
|
12
|
Mantequilla
|
30
|
50
|
dividir esta cantidad por tres.
Utilizar un máximo de 2 gr. de
levadura seca por cada 5 de levadura fresca.
Dejar fermentar un mínimo de dos a cuatro horas. Si va a prepararse la víspera o se va a dejar fermentar muchas horas, es recomendable añadir la sal de la receta al prefermento (que se detalla en los ingredientes de la masa, salvo en el caso de la receta de Bertinet que lleva dos adiciones de sal) y refrigerarlo al cabo de dos horas para una fermentación de 12 a 24 horas.
Progresivamente observaremos los siguientes cambios:
-
La masa se vuelve más tenaz y resistente al estirado. Ello es porque el gluten se está desarrollando. Darle un reposo de cinco minutos cada tres o cuatro vueltas.
-
La masa se va volviendo cada vez más satinada.
Esta masa tan dura también pasa la prueba de la membrana, aunque será una membrana delicada y en el caso de la masa del pain brié puede presentar capas por el efecto de la mantequilla que separa pequeñas porciones de la red de gluten.
No debe alargarse el reposo porque las masas están fermentando ya durante el proceso de refinado, como se ve en esta foto, especialmente la del pain brié que tiene un alto porcentaje de masa pre-fermentada.
En este caso, para el formado se eligió en todos los casos una forma de pequeño batard.
Tradicionalmente, uno de los greñados del pain brié es acanalado. Este greñado se practica tras el formado y antes de la segunda fermentación. El bollo sevillano, en cambio, lleva un único corte longitudinal y perpendicular a la masa, que se practica justo en el momento de llevar al horno, tras la segunda fermentación.
Dejar fermentar sobre lino, en la posición que irán al horno, con greñado o sin él según el tipo de pan o resultado que se busque. Tapar bien. Debe fermentar en torno a 45 minutos. Debe ir al horno con mucha fuerza de expansión.
Y por dentro encontraréis en ambos casos, una miga cerrada, pero en absoluto densa para sorpresa de todos. Y el olor de la mantequilla en la cocina llevará a más de uno a seguir añadiéndola a una buena rebanada de este pan. Aunque en casa no faltaron los partidarios de la masa tradicional española, sin mantequilla.
Y es que no hay cómo compartir un pan, ya sea de origen normando o castellano, o lo hayamos adoptado como pan andaluz. Si un francés universal como Antoine de Saint Exupéry, estuvo casado con una argentina y publicó su obra magna El Principito en inglés, hagamos también universales nuestros panes bregados, de masa refinada: un homenaje a la técnica panadera, a la historia y a los encuentros panarras.
Hola Circe! Gracias al reto mensual Bake the world he conocido tu blog como referente para hacer el pan brié. Tu receta me ha sido muy útil y me ha salido perfecto. Gracias! Me quedo en tu blog como referente tema pan!
Toda una texis para hacer pan .Yo que tengo horno de leña seguiré paso a paso para poder conseguir un rico pan
Preciosa la historia que nos ofreces en tu nueva entrada. ¡Gracias!
Con tanto detalle es imposible resistirse a hacer un pan de masa refinada. ¡Qué ricura de miga!
Un beso
¡Guauuuuuuuuuuuuu! No era consciente de que se había pasado la barrera del medio millón de visitas… pero seguro que la mitad son de mi madre, ja, ja, ja.
Muchas gracias Fco. Javier por tus comentarios siempre, siempre.
Esta entrada me trae muy buenos recuerdos, cuando empecé a visitar este maravilloso bloc, con la elaboración de los bollos sevillanos. Como siempre espectacular… a por cierto felicitarte especialmente por estas 500.000 visitas, que se dice pronto. Muchas gracias
Me parece un articulo precioso, con una introducción histórica, rica, rigurosa y detallada. El desarrollo de las recetas es fácil de seguir y comprender. Un lujo para los lectores y un orgullo para su autora. Muchas felicidades
que de información sobre el pan y su elaboración, una entrada muy interesante. todavía no me lanzo a hacer pan casero, solo he probado un par de veces pero me parece complicado.
me quedo por tu blog como seguidora para seguir aprendiendo. besos!
http://www.laurillafondant.blogspot.com